Hola, buenos días, soy Urnito.

Me encanta el otoño, no lo puedo remediar. Los colores marrones y dorados de los árboles, las hojas por el suelo, la lluvia con su olor a tierra mojada, las calles casi vacías….

Me gusta mucho estar en mi habitación y mirar por la ventana como llueve y cae la noche mientras la gente va a toda pastilla. Eso me distrae de lo aburrido de los deberes y llega volando la hora de la cena.

Los compis de clase ya empiezan a venir con abrigos y chubasqueros y en algunos recreos nos quedamos hablando por los pasillos en vez de salir al patio. Con eso estoy encantado ya que los deportes se me dan fatal y el fútbol no me gusta nada. También es cuando aprovecho para ver a Lici. Habló con ella de lo que pasa en clase y nos ayudamos con los deberes. Esta semana no he podido pasear con ella, está castigada porque le han pillado poniendo pegatinas amarillas en el coche del director.

El otro día estábamos hablando de las elecciones para delegado de clase cuando me preguntó que a quién había votado yo…. Es cierto, con la de veces que hemos charlado de ello y nunca me lo había preguntado. Yo contesté que no había votado porque tenía comprobado por otros años que saliera el que saliese ninguno haría lo que necesita la clase. Llevamos años sin material en el laboratorio y en audiovisuales y el gimnasio necesita muchos arreglos.

Ella, que es muy lista, me explicó que eso se llama abstención pero que sólo con eso no cambiaría las cosas porque mientras yo no voto ellos se gastan el dinero que necesita el laboratorio en una cafetera nueva para sus despachos. Para que mi no voto pueda arreglar algo necesitaría ser activo… No sé… Aunque sea poner pegatinas….

El timbre sonó y la conversación terminó pero se me quedó todo el día el run-run en la cabeza… ¿Cómo podría ser activo? ¿Cambiaría algo? Yo antes pensaba que no pero…. ¿Y si convenzo a más compis?

No sé…. ya os contaré si se me ocurre algo.

Texto: Luis Ortega Rodríguez