Hace unos años la frase “Yo voto nulo que les da por culo” la puso de moda Spiriman, de ilustre memoria. Para él el voto nulo y la abstención eran una forma similar de deslegitimar el sistema pacíficamente, “sin revoluciones” ni algaradas.
El Sistema D’Hondt, que se aplica en España a la hora del reparto de escaños, se realiza mediante el cociente de los votos emitidos válidamente por el divisor de los escaños a repartir, haciendo lo propio con los restos de la división hasta asignar todos los escaños disponibles. Por tanto, los votos nulos no entran en el cociente de la división y mucho menos las abstenciones.

Se puede votar nulo por diferentes motivos. Independientemente de la subjetividad de cada uno lo y el motivo con el que un votante ha decidido emitir su voto nulo, los componentes de la mesa electoral declararán nulo en el escrutinio todos aquellos que:

• Vengan en sobres o papeletas diferentes del modelo oficial.
• Sean papeletas sin sobre.
• En el caso de las elecciones al Congreso de los Diputados, los sobres que contengan más de una papeleta de distintas candidaturas (si se incluyen varias papeletas de la misma candidatura, se cuenta como un solo voto válido).
• Los que se emiten en sobres alterados.
• Las papeletas en las que se hubiera modificado, añadido o tachado el nombre de los candidatos y candidatas, alterado su orden de colocación, así como aquellas en las que se hubiera introducido cualquier leyenda o expresión, o producido cualquier otra alteración de carácter voluntario o intencionado.
• En el caso de elecciones al Senado, las papeletas en las que se hayan marcado más de tres candidatos o candidatas, más de dos en el caso de Gran Canaria, Tenerife, Mallorca, Ceuta y Melilla, o más de uno en el caso de Menorca, Ibiza-Formentera, Fuerteventura, Gomera, Hierro, Lanzarote y La Palma.
  

Las papeletas declaradas nulas no deben destruirse y, además, cada integrante de la mesa debe poner su firma en ellas para unirlas al acta de sesión del proceso, una vez que se redacte al final del escrutinio. ¡Por supuesto se deben incluir en la documentación electoral que se traslada al juzgado!.
Más trabajo para los pobres ciudadanos que han sido agraciados con la obligación de estar más de 12 horas al día en una mesa.
Sin embargo, los votos emitidos tanto los válidos como los nulos, cuentan en los índices de participación, que es lo que miran al final los políticos y medios de comunicación para medir el éxito o fracaso de unas votaciones, independientemente de quien haya sacado mayoría de votos.

También las abstenciones pueden ser por distintos motivos: por desidia, imposibilidad física, pasotismo del sistema y, como no, por no querer legitimar un sistema que se considera fraudulento: la abstención activa.
Sea como fuere las abstenciones son contrarias a la participación, tanto es así que el empeño de todos los partidos políticos y sus seguidores sin excepción es que haya una alta participación en los comicios.
¿Se han fijado ustedes en que la declaración unánime de todos los políticos el día de las votaciones cuando alguien les acerca un micrófono, vulgo alcachofa, es pedir que se vote “a quien sea pero que se vote”?
Yo pensaba durante mucho tiempo que hacían esas declaraciones porque ni ese día ni el anterior pueden pedir el voto para su partido, que es verdad, pero me he dado cuenta que hay algo más en juego: si la participación es muy baja los comicios se deslegitiman, no serán ilegales pero todo el mundo los considerará ilegítimos si el índice de participación es muy bajo. Por eso en lo que eufemísticamente han dado en llamar “la fiesta de la democracia” todos piden que usted vaya a votar, con la nariz tapada, pensando en lo menos malo, con la euforia del ganador… como sea pero vaya usted.
Normalmente los datos de abstención se omiten y hay que obtenerlos por la diferencia con los datos de participación que son anunciados a bombo y platillo desde los primeros recuentos del escrutinio. Tanto es así que en las propias mesas electorales lo presidentes de mesas están obligados a anunciar los resultados de las votaciones indicando los siguientes datos

• El número de personas incluidas en las listas del censo electoral.
• El número de certificaciones censales de alta y sentencias aportadas, en su caso.
• El número de personas que han votado.
• El número de votos nulos.
• El número de votos en blanco.
• El número de votos obtenidos por cada candidatura

¿Ven ustedes los datos de NO PARTICIPACIÓN por algún lado? ¡Pues eso!
Este año, con las prisas, les va a salir un nuevo grupo de abstencionistas. Todos aquellos que han votado por correo pero que su tarjeta del censo electoral no les ha llegado a tiempo y no la han podido incluir en el sobre del voto por correo. La normativa dice eso, aunque capaces son de saltársela. Cosas más graves y mas chungas hemos visto.

José Manuel Vidal Villacampa