La abstención del 23J

Una persona, que se ha convencido hace poco de que votar es inútil, me dijo al día siguiente de las votaciones: “a mi la alta participación de más del 70% me desilusiona”.

Quizá sea normal, si esperaba que por repartir unos pocos panfletos o poner pegatinas de “yo no voto” en algunas calles eso iba a producir un efecto sunami en una España adormecida por la propaganda institucional durante 45 años … ¡Y muchos más!

Siempre he pensado que esto es una carrera de fondo y así lo hago saber a quienes me hablan del tema, a quienes desde primeros de este año me han dicho que este año iba a ser “crucial” porque teníamos dos citas electorales, cuando ni siquiera se sabía que iban a ser tan juntas. ¡Si es que no llegan a ser tres que todo está por ver!

Javi y Cobo

En algo tengo que darles la razón y es que este año se ha hecho más visible que nunca que hay una “abstención activa” compuesta de personas que trabajan durante todo el año, se informan y se forman sobre el sistema político que quieren, recorren kilómetros, se pagan sus propios gastos, y realizan todo tipo de esfuerzos para concentrarse en eventos, aunque sean bajo el calor de Julio.
Personas que cuentan en una sociedad que quieren de libres e iguales y que dicen, tanto en una pedanía murciana como en la capital: “aquí estamos”, “nosotros también contamos” y “cada vez somos más“, a los partidarios de los partidos pagados por el Estado.

Para muestra estos botones de los canales de Javi de Yecla O el de Acción Democrática Abstencionaria , sólo por poner un par de ejemplos de los muchos que empieza a haber y que nosotros vamos recopilando en nuestro apartado de enlaces “Amigos” a medida que los vamos conociendo.

Como los datos siempre matan el relato, vamos volver a contar, negro sobre blanco algunas curiosidades de la abstención del 23J.

Tuve la suerte de encontrar también un pequeño hilo en twitter que estudiaba el tema y que, citando a su autor @sergiossmc y sin robarle la propiedad intelectual, reproduciré aquí íntegramente. El estudio está basado en los datos históricos que ofrece El País sobre las “Elecciones Generales”.
El autor del hilo, a quien llamaré Sergio desde ahora, comienza diciendo “Hoy voy a hacer un 🧵 para los abstencionarios que están desilusionados porque ha subido la participación respecto a las últimas. De un 66,23% a un 70,4%.”

Tras leerlo completo me encuentro con que Sergio ha realizado la explicación que yo necesitaba para quien me interpelaba sobre la alta abstención.
En primer lugar el autor del hilo reconoce el hecho “Es cierto que ha subido la participación respecto a las otras votaciones PERO hay que tener en cuenta que las últimas (10N 2019) fueron una repetición electoral de otras que se celebraron ese año y siempre que hay repetición electoral baja la participación”. Primer dato que nadie pone de relieve y que debe contar a la hora de comparar, sólo sirven las comparaciones entre elementos con las mismas características, salvo que queramos falsear los resultados.

Sergio, con los datos obtenidos de El País, nos muestra: “… un ejemplo en elecciones las del 2015 la participación fue del 73,2% y en 2016 la participación fue del 69,84%. Siempre baja con una repetición electoral”.
Entonces, si hay que hablar de circunstancias iguales “… es más justo comparar la participación de las votaciones del 23J con las del 28 de abril de 2019 que fue del 75,75% (5 puntos más que estás últimas).
Sergio también se fija en las circunstancias para dar una explicación a los datos de las votaciones anteriores: “diréis la participación en 2011 (68,94%) fue menor que estas últimas pero no tenéis en cuenta que en esas no existían los neopartidos (podemos, cs, vox) que en mi opinión animaron a la gente a seguir votando porque la gente en aquella época estaba harta de los políticos”.
Este último dato es una evidencia más de que los neopartidos fueron creados como “disidencia controlada” para alargar la vida de la Partidocracia unos cuantos años más.

autobús

Sin conocer a Sergio, basado en su conclusión de este breve hilo, pienso que es una persona más que se ha dado cuenta de la fuerza de la abstención activa como instrumento de cambio: “De todas formas yo creo que hay cada vez más personas que no votan conscientes del sistema político que tenemos y eso es mejor a que suba la abstención porque si”
No sé si estas palabras servirán de explicación y ánimos a la persona que me hablaba de su desilusión frente a la alta participación en estas votaciones.
Más allá de los resultados al menos queda la conciencia tranquila, la tranquilidad que da el no participar en un engaño, aunque sea mayoritario, y la libertad de no tener que elegir “el mal menor” con la nariz tapada cuando te convocan para NO ELEGIR NADA NI NADIE.


José Manuel Vidal Villacampa

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